Mitos (1 de 3)

Dharta le dijo a un amigo por teléfono que yo era adicta a los mitos, sí, lo admito, pero a los mitos antiguos. De entre todos, el de Medea y Jason era mi favorito. Nunca pensé en realidad porqué me atraía, sin embargo, después de ofrecer un potente laxante a cierta persona en vendetta a una traición, descubrí que Medea con todos sus artilugios y brebajes mágicos había cobrado vida en mí. Pero ya no soy ella, ni ella soy yo. Ni siquiera porque ayudé a mis otrora amigos a planear escapatorias, convencer doncellas, elaborar ensayos de economía latinoamericana con otros nombres y otras artes de las que me sabía desconocida ¡Basta! He dejado a un lado esa faceta y me llega por inspiración la de pitonisa, sobre todo por mis sueños premonitorios, ahora me veo como Tiresias, a quien no tendría inconveniente parecerme de no ser por un pequeño detalle, además de invidente, era hermafrodita.