No quiero ser madre

¿Te gustaría ser madre algún día? - dijo Dharta- No- contesté- más bien nunca lo he pensado seriamente, creo que sería una muy mala progenitora.
Curioso o no, nunca había caído en cuenta que para ser madre tendría que tener hijos, sí, ya sé que suena estúpido, pero había concentrado mi escaso interés en el tema más en la forma en que me vería como madre castradora, que en el hecho de ver corriendo por la casa a pequeños seres con mis gestos reproducidos en sus caras, a los cuales previamente, tuve que parir o adoptar. El simple ejercicio me retuerce las entrañas, pero creo que es más bien el efecto secundario de este café rancio y escuchar a escondidas el disco “Supone Fonollosa” de Albert Plá.

A propósito de Fonollosa, ahí un poema de su autoría.
SULLIVAN STREET
Tener hijos es cosa de mediocres,
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.
O es un pobre y mezquino agarradero
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.
Pues un vidrio no puede ser el sol
por sólo reflejarlo algún momento.
El hijo de verdad que dignifica
nuestro paso en la vida por el tiempo,
es la obra personal, la de cada uno,
sin vientre, ni pulmones, ni miradas
de odio a quien le ha traído a la existencia.
Es la obra de la mente que se yergue
desafiando políticas y edades.
Y uno perdura en ella por los siglos.