viernes, 22 de junio de 2007
Se aplicó
¡Dios te hará pagar el engaño, maldito! Fueron las últimas palabras que le dedicó la señorita G a un lisonjero. Años más tarde, cuando el otrora Don Juan abrió la puerta de su casa después de un agotador día de trabajo y descubrió el besó tierno en los labios de su esposa y los de la señorita G, dijo para si mismo -Dios tiene déficit de atención, pero cuando se aplica, se aplica.
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3 comentarios:
De que hay gente rara, hay gente rara.
Me empieza a gustar tu humor.
Jaja a mi también me agrada el tuyo Marvin o Marvel como dice el caballero en edad de merecer
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