Comer pescado en completa soledad es uno de mis placeres secretos. Siempre elijo los más frescos, los más grandes, los más amenazantes. Déme ese y señalo uno que me observa con sus brillantes ojos rojos. ¿En filete?, me pregunta. No, enterito, le digo. Una vez que lo condimento y pongo al fuego. Decido cuál de los cuatro lados vacíos de mi mesa será el indicado para comer. Al fin dispongo manteles, platos y cubiertos, que por cierto nunca uso, como el pescado directamente con las manos, eso me remite a mi lado más primitivo.
Sentada en la silla que da de frente a la ventana dejo hilvanar las nubes a mis pensamientos. Masticando despacio, veintinueve veces cada bocado evito el riesgo de morir con una espina clavada en la garganta, dejo volar mi imaginación y pienso que es peor morir con una espina clavada en el costado.
Sola, desmenuzando recuerdos hasta convertirlos en un bolo respetable, pienso en las ventajas de no tener que hablar con alguien más, de guardar compostura y fingir propiedad, no tener que alternar mordiscos y sonrisitas eclipsadas, y mejor aún no tener que compartir ni mis alimentos ni mis recuerdos. Me río un poco, toso, me atraganto, siento que me asfixio, me desespero, grito pero mi voz no sale, observo mi patético reflejo en la ventana y hasta entonces entiendo: comer pescado a solas tiene sus riesgos.
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6 comentarios:
Comer con las manos no es primitivo, es simplemente un placer deliciosos, ahora que comer pescado a solas si tiene sus riesgos. Yo por ejemplo procuro comer mango o sandía a solas. Así no tengo que preocuparme por ocultar mi rostro embarrado de jugo dulce. Aunque a fin de cuentas, creo que a los faéricos no les resulta absurdo en absoluto...
jajajaja
Muy bueno, como historía pero asumo no es real, porque has podido ponerlo en tu blog.
Oye y que tal las vacaciones
Suerte y muchos besos
Me has hecho recordar....
Cuando tenia que comer todoooo con cuchillo y tenedor....siempre haciendo la fina...por el “que dirán”....hastaaaaaa que me rebeleeeeee y ya como.... como me da la gana jajaja...sea acompañada o sola...jjijiji...
Un beso!
Marta
La comida y la remembranza, o la contemplación, en soledad, son siempre todas la misma cosa y suceden al mismo tiempo.
Y es por eso que comer cualquier cosa solo o sola puede ser también dañino para la salud.
Un abrazo
Yo creo que debiste añadirle unas espinacas.. Ya ves que siempre han dicho que son muy buenas.. jajajajaja.
Espero que no sea una metáfora sobre él pescado :)
El pez tiene eso de ser silencioso, de no escuchar. En cambio una hamburguesa rebalsa de gente.
PD: Nunca un reflejo es patético, sino la proyección del mismo hacia el futuro.
Y ahora me pregunto si algunas ventanas reflejan el pasado.
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