miércoles, 24 de octubre de 2007

Pendejamente influenciable


Siempre he evitado ser lo que mi tía Sofía cataloga como ‘pendejamente influenciable’, sin embargo, desde que conocí a Dany Rojo aka Rutilante, me dejé intoxicar por sus enervantes recomendaciones filarmónicas. La primera vez que lo vi iba sobre su Fausto [ex carro rojo antes de adquirir a Marvin (llamado así por Marvin Gaye) carro verde]*, con total desparpajo y a todo volumen violentando la interminable fila de la 20 de Noviembre para subir a la UABC -Este cabrón- dije con una sonrisita macabra mientras me unía al improvisado concierto de Gilmour, desde un carro contiguo. A partir de ahí, Rutilante se las ingenió para enchufarme a los Cojolites, Wilco y versiones bizarras de Patti Smith. Por si las cosas no fueran ya extremas, el muy cabrón ha tenido la infamia de surtirme de parque filmográfico. Espero que después de publicar esto al fin exorcice esta maldita codependencia, no puedo negarlo desde que escuché Kiko and the Lavender Moon, no he parado de cantarla, ha pasado una semana y aún sigo ‘pendejamente influenciada’.

*Un profesor que tenía en la Universidad me machacaba por mi uso excesivo de paréntesis (decía que sólo lo utilizan aquellos que no tienen la capacidad de expresar ideas complejas en palabras sencillas y por eso debían explicarlas). A mi querido maestro, le dedico la siguiente idea #@$^*!&