jueves, 18 de octubre de 2007

Agravio

En noches como esta, te recuerdo. Un guiñapo de pijama prestamente colocado a mi siniestra hacen las veces de tu cuerpo distante. Ya ni te recuerdo, me repito cuando mis manos se agavillan en el hinchado óvalo de mi cuerpo ardiente. ¿Sentirás lo mismo que yo? No lo creo, dedos más grandes que los míos delinean hoy tu piel.

Recuerdo la primera taza de azúcar que te pedí, el primer soplo sabor green tea en mi boca y miles de cadencias que hicieron amenas mis noches lo recuerdo como ayer

-Tenía tantas ganas de besarte.

Esas, fueron las palabras que me hicieron olvidar que tenías un marido, un hijo y siete perros que alimentar.

En noches como esta te recuerdo.