miércoles, 23 de enero de 2008

Trip trip trip

-Café con leche para mí
-Tú no tomas leche, te da miedo contraer brucelosis- te digo mientras Álvaro me acerca Opio en las nubes de Rafael Chaparro. Pink Tomate saltó por todo el grasiento lugar, Lerner quiere calle, piensa que es un gato vagabundo. Lo cierro entre barbitúricos y bocanadas de Delicados. No sabía que se trataba de una cosa tan seria, un libro de culto. Después de leer eso supe que la lógica de la calle es la misma mierda en todos lados. Algunas cosas al fin adquirieron nombre trip trip trip. El día apenas comienza, es muy temprano para ordenar whisky. Café sin leche por favor. “Un gato no vive su propia vida. Un gato vive la vida de la ciudad”

Aquí reproduzco un fragmento que hay por la red. Me he enterado que por ahí andan o rosaron una peli . Uno de estos verracos días compraré el libro y seré feliz.

Soy Pink Tomate, el gato de Amarilla. A veces no sé si soy tomate o gato. En todo caso a veces me parece que soy un gato que le gustan los tomates o más bien un tomate con cara de gato. O algo así. Me gusta el olor del Vodka con las flores. Me gusta ese olor en las mañanas cuando Amarilla llega de una fiesta llena de sudores y humos y me dice hola Pink y yo me digo, mierda esta Amarilla es cosa seria, nunca duerme nunca come, nunca descansa, qué vaina, qué cosa tan seria. Claro que a veces me desespera cuando llega con las noche entre sus manos, con la desesperación en su boca y entonces se sienta en el sofá me riega un poco de ceniza de cigarrillo en el pelo, qué cosa tan seria, y empieza a cantar alguna canción triste, algo así como I want a trip trip trip como para poder resistir la mañana o para terminar de joderla trip trip trip. Mierda, los días con Amarilla son algo serio. Voy a intentar hacer un horario de esos días llenos de sol, esos días un poco rotos, raros, llenos de humo, un poco llenos de café negro. Voy a hablar en presente porque para nosotros los gatos no existe el pasado. O bueno sí existe, lo que pasa es que lo ignoramos. En cuanto al futuro nos parece que es pura y física mierda. Sólo existe el presente y punto. El presente es ya, es un techo, una calle, una lata de cerveza vacía, es la lluvia que cae en la noche, es un avión que pasa y hace vibrar las flores que Amarilla ha puesto en el florero, el presente es el cielo azul, es una gata a la que le digo eres cosa seria y ella me responde sí, soy cosa seria, mierda, el presente es un poco de whisky con flores, es esa canción con café negro, es ese ritmo con olor a tomate, ocho de la mañana, techos grises, teticas con pecas, nada que hacer I want a trip trip trip mierda que cosa tan seria.

Queremos pastel


Dharta al igual que 'El Inge', cumple años el 29 de enero.

Algo se refleja y no es mi nombre

Algo debe andar mal. En Dorian’s ya es San Valentín. El mensaje dentro de la galleta china me hizo recordar a mi padre “Un talento inútil es el que no se capitaliza”. Desde la mesa del café escucho lamentos de mi editora, “era tan joven y guapo para morir de esa forma, no lo conocí pero me siento como su viuda”. Tú no eres joven ni guapo, pero lo que conozco de ti me hace sentir como tu viuda.
Salgo corriendo mi madre me detiene, dice que todo el tiempo llevo prisa pero siempre llego tarde, esta vez no es broma debo entregar el dinero o Lola se muere, creo que he visto muchas películas hoy. Mi nariz se despedaza, la brisa invernal no puede ser tan benévola conmigo, sobre todo cuando he olvidado atiborrarme de antihistamínicos. Las balaceras de hace unos días me han vuelto alérgica a la pólvora. Insisto que algo debe andar mal, después de meses de absoluta discreción, el ex candidato a munícipe sale a la luz pública -Ya lo extrañábamos Ingeniero- dicen algunos mientras se llenan la boca con pastel de cumpleaños. Si las felicitaciones hubieran sido fingidas el asco no me hubiera inundado, pero al comprobar que eran genuinas la angustia oprimió mi estómago. Intento fumar para desviar mi atención. Busco el encendedor en mi bolsillo. Ningún rastro. Debí olvidarlo al prenderle un cigarrillo a mi madre, tiene la costumbre de esconderse tras los nísperos mientras fuma, creo que no quiere que mi abuela la vea, quizá para no tener que invitarle una bocanada.
Caigo en cuenta: la incomodidad de todo la produce ese gato a rayas que me guiña desde la ventana. Mi vaho empaña el vidrio, me quito el camisón y lo limpio. Ahora veo mejor al mismo gato, cíclope e inmóvil. Debe estar muerto, pienso
-¿Te pasa algo?- preguntas al notar mi distracción- No. Nada- te tranquilizo mientras borro de sopetón las alucinaciones de hace un rato y me acuesto junto a tu ataúd