He conocido a un tipo al cual le parece encantador que mis brazos, ahora afeitados por convicción, le rodeen el cuello cuando el sexo es lo único que nos queda para aliviar nuestras fatigas; las de él en el sindicato de trenes de Nueva Zelanda y las mías al tratar de hablar en su idioma.
A pesar de todo, sigo pensando en ti, en lo gracioso que era verte preparar el desayuno, completamente desnudo.
Hasta hace algún tiempo, sabes, me preocupaban tus angustias, pero ahora francamente prefiero levantarme de la silla o mesa donde me encuentre y trato de prepararme unos ricos huevos benedictinos.
Vi nuevamente Before Sunset, recuerdo Before Sunrise y estúpidamente siento que también han pasado 9 años desde eso, supongo que a todos les pasa lo mismo. Salvo que Ethan Hawke se ve diez veces más atractivo que
No hay problema, no preguntes por el tipo que ahora explora mis caderas como si de verdad fueran un milagro. No habla español, así que nuestro secreto está a salvo.
Para ser honestos, le he hablado de ti. Le he dicho que eres periodista, corresponsal de guerra, creo que le simpatizas, después de todo no he mentido, ¿Acaso no es una guerra lo que ahora te enfrentas en nuestro país? ¿Acaso no es una guerra interna a la que regresas despúes de haber estado en Berlin, la ciudad donde realmente te enamoraste?
Esta tarde vuelo hacia la Isla del Sur, él me llevará al aeropuerto, pero quería mandarte antes un beso.