miércoles, 27 de junio de 2007

Novia sicópata

Dharta yo también busco rápidamente una computadora. ¡No puede ser! Un vestido de 12 mil dólares y una iglesia estilo Notre Dame (sin rastro kitch) . Me he contagiado de pronto con tu propia euforia. Sin embargo, yo no puedo concentrarme. La simple idea de una boda me resulta extrema, tanto como lanzarme desnuda a una convención de albañiles. Pienso, pienso: una casa, un marido al costo, hijos con rulitos, carro espacioso con GPS incluido y hasta un perro. Me atemorizo, me sacudo, bebo apresuradamente mi café amargo, cierro tu página. Regreso a mi cotidiana labor remunerada de publicar asesinatos y uno que otro suicidio, ya me he acostumbrado y sinceramente en ella reencuentro la paz perdida al pensar en lo sórdido que me resulta el matrimonio.