miércoles, 23 de enero de 2008

Algo se refleja y no es mi nombre

Algo debe andar mal. En Dorian’s ya es San Valentín. El mensaje dentro de la galleta china me hizo recordar a mi padre “Un talento inútil es el que no se capitaliza”. Desde la mesa del café escucho lamentos de mi editora, “era tan joven y guapo para morir de esa forma, no lo conocí pero me siento como su viuda”. Tú no eres joven ni guapo, pero lo que conozco de ti me hace sentir como tu viuda.
Salgo corriendo mi madre me detiene, dice que todo el tiempo llevo prisa pero siempre llego tarde, esta vez no es broma debo entregar el dinero o Lola se muere, creo que he visto muchas películas hoy. Mi nariz se despedaza, la brisa invernal no puede ser tan benévola conmigo, sobre todo cuando he olvidado atiborrarme de antihistamínicos. Las balaceras de hace unos días me han vuelto alérgica a la pólvora. Insisto que algo debe andar mal, después de meses de absoluta discreción, el ex candidato a munícipe sale a la luz pública -Ya lo extrañábamos Ingeniero- dicen algunos mientras se llenan la boca con pastel de cumpleaños. Si las felicitaciones hubieran sido fingidas el asco no me hubiera inundado, pero al comprobar que eran genuinas la angustia oprimió mi estómago. Intento fumar para desviar mi atención. Busco el encendedor en mi bolsillo. Ningún rastro. Debí olvidarlo al prenderle un cigarrillo a mi madre, tiene la costumbre de esconderse tras los nísperos mientras fuma, creo que no quiere que mi abuela la vea, quizá para no tener que invitarle una bocanada.
Caigo en cuenta: la incomodidad de todo la produce ese gato a rayas que me guiña desde la ventana. Mi vaho empaña el vidrio, me quito el camisón y lo limpio. Ahora veo mejor al mismo gato, cíclope e inmóvil. Debe estar muerto, pienso
-¿Te pasa algo?- preguntas al notar mi distracción- No. Nada- te tranquilizo mientras borro de sopetón las alucinaciones de hace un rato y me acuesto junto a tu ataúd

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que pasa con las viudas, que se creen dueñas del postdestino de sus examantes.

Anónimo dijo...

Cap 53.


De cómo la elegante y sobria, Viuda del respetable y honorabilísimo senador vitalicio, muy venereada y siempre bien calificada toda pureza y todo candor, pero sobre todo, toda calentura,
Sucumbe ante los brazos de un hercúleo sepulturero en una de las tantas visitas sobre la ataviada de flores, siempre extrañada e inviolada lápida de su finado esposo...
Que follón !!!

Anónimo dijo...

me gusta tu naricita hecha mierda por la tundra de tu pueblo...

de pronto, dos ráfagas de antihistaminicos, te hacen mas ataraxica de costumbre y me digo:

es hora de entregar mis armas, comandante.

La gente palaude mi decision y se empacan, PLETORICOS DE MIERDA EN EL CEREBRO... el ultimo resquicio de pastel que dejaste en mis labios.

Me voy contento de conocer tus lagrimas de rabia.

Viuda negra
saludame a la caipi

Anónimo dijo...

Alucinaciones fantasticas donde no se sabe cuando termina la realidad y comienza la fantasía. Donde todo se funde y se apelmaza de tal manera que no se sabe si se ha vomitado lo que se comió o lo que la mente trataba de digerir.
Palomilla esquizoide

_ dijo...

La nariz señala y nada más. Los dedos también pueden hacerlo, pero ellos pueden apretar, pellizcar, incluso golpear.

La nariz es como una bandera. Tal vez el inconsciente se encuentre allí. Ciego como topo, antes que nosotros, y dirigiendo nuestras acciones a escondidas.

Si uno se recuesta con un muerto, es muy probable que uno también lo sea, o así se sienta.

PD: pero si se sienta no se acuesta :)

Hanica Quintero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hanica Quintero dijo...

me encanta tu foto..

te leo!

coffee time, no?