viernes, 24 de julio de 2009

Recuerdos estáticos

Desde hace tiempo me es imposible dejar de evocar a una persona sin relacionarla con una posición anatómica específica. Mi abuela, por ejemplo, en mis recuerdos aparece parada con el brazo estirado, señalando algún cable o uno de sus medidores de luz al cual se le colgaron. A mi madre en cambio, a pesar de no haber cocinado nunca en si vida, se arrellana en mi mente sosteniendo en la mano derecha una cuchara y en la izquierda un sartén.

En ocasiones, cuando estoy acostada y pienso en la gente que he conocido una sensación de mareo me incomoda, sobre todo cuando los puntos cardinales no coinciden con su imagen, eso ocurre mucho cuando pienso en Murrieta, necesito levantarme, alzar la cabeza y recordarlo en contrapicada justo antes de que se lanzara desde ese edificio. Sin duda hubiera sido un buen clavadista.

Desconozco si esta fijación es mía o colectiva, si obedece a una incapacidad cinética, es como las viejas caricaturas japonesas, donde el audio y el movimiento nunca coinciden, pero lo que sí sé es que no es permanente, a veces algún golpe en la cabeza reacomoda mis recuerdos y con ello la imagen de los prisioneros de mi memoria. Lo que no entiendo es por qué a pesar de la golpiza que me diste, esa que me dejó sangrando e inconsciente, a pesar de cerrar los ojos, de darme vuelta, de pararme de manos a ti te sigo recordando sobre mí.

6 comentarios:

Manuel Lomeli dijo...

Sucede que tu recuerdo demanda venganza. Sugiero que imagines que de pronto tomas fuerza y tomas a la persona del cogote y la asfixias hasta que se ponga de todos colores.

O me lo presentes, para yo mismo partirle la madre... :p

Besos, amor.

_ dijo...

Todo proceso que no cumple su ciclo nos obliga a completarlo por medio de la imaginación. Es decir, bifurca las posibilidades.

Cuando uno extiende el brazo pone distancia o quiere alcanzar. En este caso la abuela y la madre no buscan, alejan.

Tal vez la trompada se quedó a medio camino, tal vez haya que darla.

Anónimo dijo...

nada que una escupo no resuelva

yapo feliz mes patrio con todo lo que requiera.


tukuman

Carolina Burboa dijo...

Hola, perdida.

corrector ortográfico me faltas tú dijo...

Lo que no entiendo es por qué a pesar de la golpiza que me diste, esa que me dejó sangrando e inconsciente, a pesar de cerrar los ojos, de darme vuelta, de pararme de manos(;) a ti te sigo recordando sobre mí.

FALTÓ ESE ; Y Ese (A TÍ) lleva tilde.

como siempre genial.. genial t escrito, pero tambien genial recordar a la suegris con cuchara y sarten como una marcha de cascerolas... ahí está el inconsciente por eso la recuerdas así, porque siempre la quisiste despfialndo en una marcha de protesta.

cómo sigues.

a ese pielroja que te golpeó así hay que cocinarlo con la sarten de tu má

Anónimo dijo...

Corrector... No se acentúa ti. Nunca. Y el punto y coma, bueno, podría bien ser una simple coma, cuestión de estilo.
Por lo demás, ¡muy buen post!